El Decapante Mr. Mercury es un químico formulado para desoxidar metales como el latón, la alpaca y el cobre, eliminando las capas de óxido que deja el fuego después de la soldadura. Este producto está creado y probado en los talleres de Mr. Mercury, garantizando una acción efectiva y controlada para el trabajo joyero profesional.
Su función es esencial: sin decapante, la soldadura no corre. El óxido actúa como una barrera que impide la correcta fusión del metal, y el decapante limpia la superficie para que vuelva a soldar sin problemas. Aunque puede utilizarse con plata u oro, en esos casos se recomienda trabajar con sales decapantes o sales de blanqueo, ya que este líquido es más corrosivo.
Se usa en frío, aunque puede templarse ligeramente el líquido si se desea una reacción más rápida o profunda. No hace falta calentar la pieza —de hecho, no debe sumergirse una pieza caliente, porque el ácido puede reaccionar violentamente y salpicar gotas corrosivas. Siempre conviene dejar que la pieza se enfríe antes de decapar.
Atención con la contaminación:
Evitá introducir en el líquido restos de hierro o fragmentos de “peluca” (la rejilla donde se suelda). Si el fundente no se consume completamente, puede quedar pegado a la pieza y arrastrar partículas metálicas que contaminan el baño, reducen su vida útil y pueden manchar las piezas. Mantené el decapante limpio y filtralo si ves residuos.
Beneficios:
Elimina eficazmente la oxidación de latón, cobre y alpaca.
Reactiva la superficie metálica para una nueva soldadura.
Mejora la calidad del trabajo y evita soldaduras defectuosas.
Producto artesanal formulado y probado en los talleres de Mr. Mercury.
Precauciones:
Evitá el contacto con la piel y la ropa: puede producir irritación o agujeritos en las telas.
Si entra en contacto con los ojos, lavá con abundante agua durante mínimo cinco minutos, levantando el párpado, y consultá a un oftalmólogo.
Si cae sobre la piel, enjuagá con agua fría; puede picar, pero si no lo retirás enseguida puede generar una pequeña lesión.
Nunca metas una pieza caliente: el ácido puede generar vapor instantáneo y salpicaduras peligrosas.
Usar siempre en lugar ventilado y con guantes.
Desecho seguro:
Cuando el decapante se satura o pierde fuerza, diluílo en abundante agua (al menos 10 litros por cada 100 ml de producto) y agregá una cucharadita de bicarbonato de sodio para neutralizar el pH. Con eso, el líquido se vuelve inocuo y puede desecharse por las cañerías sin riesgo.
Consejo Mercury:
El decapante es el guardián silencioso de una buena soldadura. Mantenelo limpio, no lo sobrecalientes y respetale los tiempos. Si la soldadura no corre, no culpes al metal: revisá el baño. Un decapante bien cuidado te evita el 80 % de los problemas de soldadura.